"LOS 7 VAMPIROS DE ORO" (1974) ¡Drácula y karate! ¿Qué más se puede pedir?

[RESEÑA] Van Helsing viaja a China y recibe la ayuda de siete hermanos expertos en kung fu para derrotar de una vez por todas al conde Drácula.

¡Qué interesante debió ser vivir en la década de los setentas! Cada vez que nos asomamos al legado cinéfilo delirante de aquella época nos encontramos con verdaderas joyas fílmicas.

Es el caso de "Los 7 vampiros de oro" o "Los 7 hermanos contra Drácula", como se le conoció en algunos lugares.  

Desde luego se trata de un filme de explotación que buscó subirse al carrito de la popularidad de las películas de artes marciales (gracias a Bruce Lee) y el canto del cisne de la productora Hammer en sus esfuerzos por mantenerse en el gusto del público.

¿El resultado? ¡Ver para creer! Se trata de una de las películas más bizarras que hemos reseñado en este blog. Eso sí, entretenida hasta el último segundo de metraje.  

DE LA TRAMA
La película abre con un monje que ha viajado desde muy lejos para encontrar el castillo del conde Drácula. Ahí le cuenta que sus discipulos en China, conocidos como los 7 vampiros dorados han perdido el control de la población pues un labriego ha osado desafiarlos.

Drácula encuentra la oportunidad perfecta para tomar venganza de la humanidad. Mientras, el profesor Van Helsing (Peter Cushing) se dedica a dar conferencias en universidades sobre su experiencia en el vampirismo y su encuentro anterior con el conde.

Casualmente se encuentra en China pero su auditorio, público difícil, lo deja hablando solo en el salón donde imparte su charla. Y eso que Van Helsing se ha documentado sobre la leyenda de los siete vampiros dorados que mantienen aterrado a un pueblito chino, con tal de conquistar a su audiencia.

Solo Hsi Ching le oye con atención y le confiesa al buen doctor que él es el nieto del labriego que desafió a los vampiros. El chinito le pide ayuda para derrotar de una vez por todas a los chupasangre.

Helsing se niega en un principio pero un incidente en el que se ve involucrado su hijo (sip, tiene un hijo) le obliga a salir huyendo de la ciudad en compañía de Ching.  

Este por cierto, es junto a sus seis hermanos (incluída una chica) expertos en karate y servirán como guardaespaldas y soldados al servicio de Van Helsing para derrotar a Drácula.
   
ASÍ LA VIMOS
Sabemos que mezclar dos géneros tan diferentes es algo arriesgado pero no se confundan. 

Más allá de etiquetar al filme como Cine B o palomitero, que sí lo es, tomemos en cuenta que está avalado por dos famosas productoras de aquella época: Hammer, la casa británica de horror gótico, y los estudios Shaw Brothers de Hong Kong.

Incluso es protagonizada por estrellas reconocidas de ambos estudios para asegurar la atención del público.   

El resultado satisface. Por un lado se cuenta con la atmósfera gótica de un buen relato británico de horror y por otro con elaboradas coreografías de acción en la que hachas, espadas y varas de bambú son pocas para las escenas de artes marciales.

Además, es de reconocer que tiene buenas dosis de creatividad para resolver problemas básicos en el argumento: Por ejemplo, siendo China un país budista en su mayoría ¿como conseguir crucifijos para eliminar a los chupasangres? 

Bueno... una estatua de Buda tiene el mismo efecto en los vampiros, los reduce a cenizas.

Al que sí se le nota un aire de incomodidad es al actor Peter Cushing, pues obviamente él y su personaje de Van Helsing están fuera de su zona de confort y no sabe cómo responder a los karatazos de sus enemigos.  

En ciertos momentos, pareciera que Cushing se preguntaba a dónde iría su carrera después de esto. Pero no teman. Recuperaría su dignidad tres años después en cierta película que quizás han visto, una ópera espacial rodada por un tal George Lucas.   




¿Ya la vieron? ¿La verán? ¿Qué opinan? 

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