"VELVET BUZZSAW" (2019) El horror y el cine de autor se encuentran

[RESEÑA] Cuando una galería de arte intenta vender las pinturas de un artista fallecido en circunstancias misteriosas, se desata una maldición.


¿Se acuerdan de "Galeria Nocturna"? Era aquella vieja serie setentera en la que Rod Serling nos presentaba semana a semana pequeñas historias de horror y misterio, encadenadas por inquietantes pinturas en una galería de arte.

"Velvet Buzzsaw" nos trajo recuerdos de Serling y esos relatos pues está ambientada precisamente en el mundo del arte y la feroz competencia consumista que existe a su alrededor.

Estrenada hace unos días en Netflix y precedida por bastante expectativa gracias a su director y elenco de primer orden, el filme es una extraña mezcla de géneros que se nos vendió como una película de terror.

Combina de buena forma la sátira social, los fenómenos sobrenaturales y un afilado humor negro, que no necesariamente puede gustarle a todos. A nosotros, sí.

Quizás las críticas negativas que ha recibido es porque el tráiler ofrece otra cosa y ciertamente, por momentos, la película se torna algo extraña pero no por eso deja de ser interesante. 

Su director Dan Gilroy, quien ganó aclamación de la crítica por "Nightcrawler: Primicia Mortal", da nuevamente muestras de que estamos ante un talentoso cineasta que va por buen camino.

DE LA TRAMA

Estamos en el mundillo de las galerías artísticas de Los Ángeles, California. Rhodora (Rene Russo) es dueña de una de estas galerías, una experimentada mercader de arte que por momentos pareciera que no tiene sentimientos, aparte del cinismo.

Con ella trabaja su asistente Josephina (Zawe Ashton), ambiciosa como ella sola, buscando únicamente una oportunidad para ascender en la escala social de este universo.

Ambas son muy amigas del crítico de arte Morf Vanderwalt (Jake Gyllenhaal), cuya palabra es ley y quien con sus críticas puede construir o destruir las carreras de los artistas locales.

La nueva exposición montada por Rohonda no va muy bien y Morf le expresa su desencanto con las propuestas. Ella descarga su frustración con Josephina, quien no tiene más remedio que calarse el berrinche de su jefa.

Pero las cosas cambian cuando un vecino de Josephina aparece muerto en un corredor del edificio de apartamentos donde vive. Resulta que el fallecido es un pintor que tiene en su apartamento decenas de pinturas y bocetos que irán a parar a la basura pues nadie los reclama.

Josephina ve una oportunidad y se apropia de las obras con la idea de venderlas. Le propone a Morf que haga una buena reseña de ellas para estimular el mercado de posibles compradores y así, obtener buenas ganancias.

Rohonda los descubre y exige su parte del pastel. Todo iría bien excepto por un pequeño detalle. El autor de las obras ha dejado instrucciones precisas para que al morir, estas sean destruidas inmediatamente.

Pronto, todos los involucrados en la venta de las pinturas empiezan a aparecer muertos en circunstancias violentas y sobrenaturales. ¿Están malditas las obras?
ASÍ LA VIMOS

Pocas veces podemos presenciar una película que nos hace salirnos de nuestra zona de confort e intenta darle frescura al género del horror.

El director utiliza el relato sobrenatural no como un fin sino como un medio para hacer una sátira del consumismo y la falsedad que existe en el mundo del arte, que en este caso es el de las galerías, pero bien podría tratarse del mismo mundillo cinematográfico, teatral o musical.

Para lograrlo, nos ofrece una película estéticamente impecable, con una paleta de colores bastante viva que nos remite a esas postales idílicas que uno enviaba antes por correo cuando visitaba otros países.

Pero el cineasta nos lleva también debajo de esa perfección aparente y nos muestra la verdadera personalidad de los protagonistas: ruines, hipócritas y sumamente egoístas.

Las actuaciones son muy buenas y aunque Gyllenhaal construye un extraordinario personaje con el crítico de arte, es Ashton quien se lleva las palmas y el protagonismo en el papel de Josephina.

Toni Collette y John Malkovich son secundarios de lujo y no decepcionan. También nos deja una interesante actuación Natalia Dyer, como la asistente de más bajo rango en la galería de Rohonda.

La música se usa al mínimo pero es bastante efectiva en los momentos en que aparece. El guión pudo haber dado para más y nos deja algunos cabos sueltos pero en su conjunto, el filme nos pareció interesante y entretenido.

EN RESUMEN
¿Vale la pena verla? Pese a no estar a la altura de las expectativas, "Velvet Buzzsaw" es una película que bien vale la pena ver por lo menos una vez.

No es la típica película de horror, y difícilmente se podrá encasillar únicamente en ese género.

A algunas personas quizás les desespere el ritmo lento de la trama y critique que le falta un poco más de gore al retratar las muertes, pero recuerden que muchas veces, menos es más.

¿Por qué se llama "Velvet Buzzsaw"? Es el nombre de la banda musical que una de las protagonistas seguía cuando era joven, según cuenta. De porqué tiene ese nombre el filme, no tenemos idea. 



¿Ya la vieron? ¿La verán? ¿Qué les pareció? Nos dará gusto saber su opinión.


Ficha técnica:
Nombre original: Velvet Buzzsaw
Dirección: Dan Gilroy
Reparto: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Zawe Ashton
Año: 2019
Estudios: Netflix
País de origen: Estados Unidos
Duración:1 hora 53 minutos
Relación de aspecto: 1:85
Visionado: Plataforma Netflix HD

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