"LAS MERCENARIAS" (2014) Stallone... pero con estrógeno


[RESEÑA] Cuando un producto es bueno, es cuestión de tiempo para que salgan alternativas más baratas. Algunas funcionan y otras no.

Si no nos alcanza para un Play Station podemos encontrar en los mercados un Fun Station que incluye un cartucho con 999,9999 juegos, algo que Sony jamás haría porque no piensa en sus clientes pobres.

Ese es el caso de “Las mercenarias” una copia de “Los indestructibles” pero con más estrógeno y nada de testorena, eso sí, con cero presupuesto.

El estudio The Asylum se le adelantó a Stallone & Cía. y reunió a lo más granado de las chicas del cine de acción para esta producción.

No todos los días puede ver uno pateando traseros a Vivica Fox (“Día de la Independencia” y “Kill Bill Vol. 1”), Kristana Loken (“Terminator 3”), Zöe Bell (“Death Proof”), Briggite Nielsen (“Red Sonja”, “Cobra”) y Cinthya Rothrock (“China O’Brien”, “Ley Marcial”).

Quienes aman el Cine Delirante saben de quiénes estamos hablando. Y si no… Para eso es este sitio web. Pero entremos en materia.

DE LA TRAMA “Las Mercenarias” (Mercenaries) abre en Kashajastan (o algo así) en donde una caravana lleva nada menos que a la asiática hija del presidente de Estados Unidos. Qué diablos anda haciendo ahí es un misterio.

Pero como tiene que pagar por las políticas exteriores de su papi, es el blanco de un grupo de rebeldes que quieren tomar por la fuerza el poder en su país.

El grupo es comandado por Ulrica (Nielsen) quien la toma de rehén y amenazan al gobierno gringo con cortarla en pedacitos si en 48 horas no la ayudan con hacerse con el poder. (Como si Estados Unido pudiera hacer eso…  er..  en fin).

Rothrock, quien interpreta a una agente de la CÍA, decide enviar a un comando élite de presidiarias, cada una con su historia (¿qué esto no lo habíamos visto ya en “Doce del patíbulo” o “Bastardos sin gloria”?) para rescatar a la chica.
Bell es Clay, la jefa, experta en tácticas; Fox es Raven, quien tiene una puntería que no tiene nada que envidiar a Rambo; Mei-Lin, la infaltable china experta en explosivos, y Loken es Kat, francotiradora y tecno hacker.

Ellas deben entrar a una fortaleza llamada “la ciudadela”, escondite de los malosos, para efectuar el rescate.

De ahí la historia se convierte en la trillada fórmula de disparar primero y preguntar después que tantas películas ochenteras usaron hasta el cansancio.

El magro presupuesto del filme (apenas un millón de dolorosos), se fue al parecer en pagarle a las chicas pues se nota a leguas que la acción se desarrolla en apenas dos cuadras, exprimiendo cada ángulo para aparentar distintas locaciones. Las persecuciones motorizadas se suceden una y otra vez en la misma calle.

Desde luego no puede faltar la traición de una de las chicas del equipo y el respectivo duelo final entre Clay y Ulrica a bordo de un avión de carga, sin dejar de lado los chistes sobre el origen étnico de Mei-Lin.

Al final, es un filme entretenido, sin muchas pretensiones pero hecho con mucho amor.. amor al cine tipo B, claro.

EN CONCLUSIÓN
-¿Es recomendable? Sí, si le gustan películas clones como “Los Transmorphers” o “Jurassic Shark” (sip.. existen).

-¿Es mejor que “The Expendables 3”? Para mi gusto sí. Al menos no defrauda las expectativas.

-¿Habrá secuela? Er.. no lo creo, pero si hubo segunda parte de “Sharknado”, todo puede suceder.

-¿Dónde se puede ver? Es probable que algún canal de cable la pase alguna madrugada pero ya está disponible con su bucanero de confianza. Yo la conseguí en el glorioso mercado San Martin. 



COSAS QUE APRENDÍ VIENDO “LAS MERCENARIAS” 
1) Las agentes de la CÍA maldicen como piratas ebrios. 

2) No ponerle atención a una niña la puede convertir en una terrorista de Europa oriental feminazi. No lo digo yo, lo explicó Ulrica al justificar su jodienda. 

3) Cuando te dan un balazo en el hombro, no hay que buscar ayuda médica. Lo mejor es ir a beber al bar más cercano. 

4) Una niña de 16 años es capaz de descifrar itinerarios de los convoyes y poner en jaque a la organización terrorista local. 

5) Se puede disparar una pistola más de 50 veces sin necesidad de recargarla. Bueno… eso pasa en todas las películas.


No hay comentarios.: