"SHAFT" (2019) El rey del "blaxploitation" está de vuelta
[RESEÑA] John Shaft Jr. es un experto en ciber seguridad que le pide ayuda a su padre, un irreverente detective privado, para esclarecer el crimen de su mejor amigo.
Siempre me he preguntado por qué las películas de grandes personajes cinematográficos como Tarzán, el Fantasma (el duende que camina) o el Llanero Solitario, han sido estrepitosos fracasos de taquilla en el nuevo milenio. No siempre fue así, que conste.
¿Es quizás porque su personalidad ya no encaja en el mundo y la forma de pensar de hoy? La misma pregunta me surgió cuando supe que se estrenaría una nueva película de la saga "Shaft".
John Shaft es un detective con muy mal genio a quien le encanta la brutalidad policíaca, y que no duda en darle sus buenas bofetadas a una mujer antes de hacerle el amor, oyendo a Isaac Hayes a todo volumen.
Interpretado magistralmente por Richard Roundtree en los años setentas, el personaje se convirtió en el referente por excelencia del "blaxploitation", género que fue popular entre la comunidad afroamericana en Estados Unidos.
¿Tiene cabida Shaft en un mundo con movimientos #MeToo y políticamente correcto hasta el absurdo? Bueno, a alguien se le ocurrió que sí y aquí estamos reseñando esta nueva película.
Con un estreno limitado en Estados Unidos, para nuestra suerte fue rescatada del olvido por Netflix, que la estrenó a nivel mundial hace unos días en su plataforma. Gracias por esas pequeñas bendiciones, pues difícilmente se hubiera proyectado en los cines por estas latitudes.
El nuevo Shaft no es remake ni mucho menos. Es una secuela directa de la película del año 2000, en la que Samuel L. Jackson hace una memorable actuación haciendo suyo un personaje que fue creado en su momento a la medida de Roundtree.
DE LA TRAMA
JJ Shaft (Jessie T. Usher) es un milenial que trabaja como analista de datos en el FBI. Como todo buen veinteañero de la actualidad es firme creyente de lo políticamente correcto, la no violencia y la igualdad de género.
Es hijo del legendario detective John Shaft (Samuel L. Jackson), quien se ha hecho en la calle y es partidario de disparar primero y preguntar después además de ser borracho, mujeriego y valedor.
JJ detesta todo lo que su padre representa pues va en contra de sus creencias. Sin embargo, cuando su mejor amigo aparece asesinado, a JJ no le queda más remedio que pedirle ayuda al viejo Shaft.
Ambos deben dejar de lado el choque generacional y trabajar juntos para dar con el responsable, dejando al descubierto en el camino, una red de tráfico de drogas.
Todo va muy bien pero la recién restaurada relación de padre e hijo no le cae en gracia a Maya, la madre de JJ quien ha pasado años esforzándose por alejar a su hijo de la mala influencia de Shaft.
Y tiene razón pues en apenas 24 horas, Shaft hace que su hijo dispare a diestra y siniestra, se embriague y hasta intente golpear a una mujer, secuencias quizás de las más cómicas de la película.
ASÍ LA VIMOS
La película destila nostalgia por los poros. Nostalgia por aquellos días en que las historias policíacas eran más sencillas y no tan correctas. Los malos eran muy malos y los buenos.. a veces eran peor.
Incluso, la versión del año 2000, protagonizada por Jackson respeta esta linea. Sin embargo, la nueva película trata de edulcorar violencia y temas espinosos con grandes dosis de comedia.
Un movimiento arriesgado que no siempre llega a buen puerto, pero el director Tim Story hizo un buen trabajo balanceando la historia. La trama no es complicada, fácil de llevar y en ocasiones bastante predecible, pero no por eso deja de ser entretenida.
Desde luego, el humor descansa en el choque generacional de Shaft y su hijo, como cuando este le reclama que no debe golpear a las mujeres porque es un acto misógino. Este le replica que él no se complica por esas cosas y que propina palizas sin distinción de género.
La fotografía es muy buena y la banda sonora contiene algunos temas musicales conocidos que hacen más entretenida la película. Las actuaciones de Jackson es un deleite aunque por propósitos del guión, suponemos que termina haciendo una especie de parodia de sí mismo.
Y es ese precisamente el eslabón más débil de la cinta. La comedia le ha limado las garras a una saga caracterizada por ser ultraviolenta en sus inicios, para convertirla en un producto inocuo, alejado de cualquier controversia.
EN RESUMEN
¿Vale la pena verla? ¡Desde luego! Es una película bastante digerible, que no se avergüenza de ser cine B en su máxima expresión, ideal para ver un fin de semana o con una ronda de cervezas entre amigos.
¿Tengo que ver las películas anteriores para entenderla? No necesariamente. Es una historia independiente que no guarda relación con el resto de la saga.
¿Qué hay del Shaft original? Bueno, hay que ver la película para averiguarlo.
¿Habrán más películas de Shaft? Quien sabe. Su paso discreto por las taquillas y el hecho que Netflix se haya decidido a distribuirla a nivel mundial, dicen mucho de la poca fé que le tenían sus productores. Quizás podría funcionar una serie de TV... esperen.. ya hubo una en los setentas.
Incluso, la versión del año 2000, protagonizada por Jackson respeta esta linea. Sin embargo, la nueva película trata de edulcorar violencia y temas espinosos con grandes dosis de comedia.
Un movimiento arriesgado que no siempre llega a buen puerto, pero el director Tim Story hizo un buen trabajo balanceando la historia. La trama no es complicada, fácil de llevar y en ocasiones bastante predecible, pero no por eso deja de ser entretenida.
Desde luego, el humor descansa en el choque generacional de Shaft y su hijo, como cuando este le reclama que no debe golpear a las mujeres porque es un acto misógino. Este le replica que él no se complica por esas cosas y que propina palizas sin distinción de género.
La fotografía es muy buena y la banda sonora contiene algunos temas musicales conocidos que hacen más entretenida la película. Las actuaciones de Jackson es un deleite aunque por propósitos del guión, suponemos que termina haciendo una especie de parodia de sí mismo.
Y es ese precisamente el eslabón más débil de la cinta. La comedia le ha limado las garras a una saga caracterizada por ser ultraviolenta en sus inicios, para convertirla en un producto inocuo, alejado de cualquier controversia.
¿Vale la pena verla? ¡Desde luego! Es una película bastante digerible, que no se avergüenza de ser cine B en su máxima expresión, ideal para ver un fin de semana o con una ronda de cervezas entre amigos.
¿Tengo que ver las películas anteriores para entenderla? No necesariamente. Es una historia independiente que no guarda relación con el resto de la saga.
¿Qué hay del Shaft original? Bueno, hay que ver la película para averiguarlo.
¿Habrán más películas de Shaft? Quien sabe. Su paso discreto por las taquillas y el hecho que Netflix se haya decidido a distribuirla a nivel mundial, dicen mucho de la poca fé que le tenían sus productores. Quizás podría funcionar una serie de TV... esperen.. ya hubo una en los setentas.
¿Ya la vieron? ¿La verán? ¿Qué les pareció? Me dará gusto saber su opinión.
Dirección: Tim Story
Reparto: Samuel L. Jackson, Jessie T. Usher, Richard Roundtree, Regina Hall
Año: 2019
Estudios: Warner Bros/New Line Cinema/Netflix
País de origen: Estados Unidos
Duración: 1h51mins.
Relación de aspecto: 2:39
Visionado: Netflix HD
Ficha técnica:
Nombre original: ShaftDirección: Tim Story
Reparto: Samuel L. Jackson, Jessie T. Usher, Richard Roundtree, Regina Hall
Año: 2019
Estudios: Warner Bros/New Line Cinema/Netflix
País de origen: Estados Unidos
Duración: 1h51mins.
Relación de aspecto: 2:39
Visionado: Netflix HD
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