"EL PLANETA DE LOS SIMIOS: CONFRONTACIÓN" (2014) ¡Es una casa de locos!

[RESEÑA] En un mundo diezmado por la gripe simia, los humanos sobrevivientes luchan contra los monos por su supervivencia.


Después del buen sabor de boca que nos dejó "El planeta de los simios (r)evolución" (Rise of the planet of the apes) era más que obvio que Fox vio la oportunidad de seguir explotando la saga.

Algo comprensible y hasta deseable, pero... luego de malas experiencias con otras sagas, la presión por entregar un producto si no mejor, por lo menos que estuviera a la altura de su predecesora, era grande.  

Y el estudio le pegó al jackpot con la incorporación de Matt Reeves como el director de "El planeta de los simios: Confrontación" (Dawn of the planet of the apes). Si bien en ese momento no tenía mucha filmografía, sí era importante pues incluía títulos como "Déjame entrar" (2010) y "Cloverfield" (2008).

A falta de James Franco en su elenco humano, Reeves incorporó a los experimentados Jason Clarke, Keri Russell y Gary Oldman. Andy Serkis repitió como actor de motion capture para darle vida a César.

Y el resultado fue muy bueno pues nos entregó una sólida continuación, pese a que el argumento es bastante básico.  

DE LA TRAMA
Han pasado diez años desde que la gripe simia se expandió por todo el mundo y la humanidad está diezmada. César y el resto de los monos... em.. simios más bien... viven en los bosques que rodean a la ciudad de San Francisco.

Ellos han desarrollado su propio sistema social y tienen un esquema muy organizado de subsistencia, lo que queda demostrado en sus métodos de cacería. Han aprendido a hablar y después de sus desafortunados encuentros con los humanos han decidido evitar contacto con los quedan.

Un día, un grupo de exploradores liderados por Malcom (Clarke) se topa con una avanzada de monos.

Uno de los humanos, en su nerviosismo le dispara a uno de ellos y lo hiere. Los simios se tornan agresivos pero llega César e intenta calmar las cosas. Decide no agredir a los humanos a cambio de que estos se vayan del bosque.

Pero Malcom y sus amigos necesitan llegar hasta las ruinas de una presa con la idea de repararla y generar energía eléctrica para un asentamiento humano cercano.

Koba, uno de los chimpancés, intenta convencer a César de que permitirlo es una mala idea, pues la energía empoderaría a los humanos, quienes podrían intentar hacerles daño. El hijo mayor de César también es de la misma opinión que Koba.

Mientras en la ciudad humana, su lider Dreyfuss (Oldman) intenta calmar los temores de los sobrevivientes cuando se corre la noticia de que el grupo de exploradores ha tenido un encuentro desafortunado con los simios. Una parte de la población es de la opinión de encontrar armas e intentar eliminarlos. Lo malo es que Koba se ha metido furtivamente a la ciudad y escucha los agresivos planes de los humanos.

César debe enfrentarse entonces al dilema de permitirle a los humanos reparar la presa con tal de que se vayan y los dejen en paz, y también con el descontento de Koba y otros monos que exigen la eliminación de los humanos.

El desenlace es inesperado y emocionante y sin duda, deja la mesa servida para la conclusión de esta nueva trilogía.
 
ASÍ LA VIMOS 
Como ya dijimos con anterioridad, el listón quedó muy alto con el reinicio de la saga y esta nueva entrega no decepciona.  Nos impresiona el detalle que se puso al desarrollo de los personajes simiescos y su animación computarizada para hacerlos creíbles. Lejos quedaron ya los maquillajes y pelucas de Cornelio y Zira de los sesentas.


Si bien el desarrollo de la trama es bastante lento (el filme dura 2 horas 10 minutos), el ritmo no decae y la tensión va in crescendo para prepararnos para un tercer acto lleno de acción y dramatismo.

La historia está escrita de tal manera que los humanos quedan relegados a un segundo plano. El verdadero eje de la historia descansa en los dilemas a los que se enfrenta César a la hora de liderar más que gobernar a los de su especie. Como dice con amargura en algún momento de la película "Yo siempre pensé que los simios eran superiores a los humanos, pero somos iguales".

Y es que los antagonistas de la historia no son los humanos. Ni tampoco los simios. Quizás sea esa tendencia de desconfiar de los demás, sobre todo de los que son diferentes a nosotros o de los que tienen otra forma de pensar. ¡Un mensaje bastante actual!

Si bien la trama tiene aires de drama shakespeareano, lo que más llama la atención es el detalle puesto en las escenas en las que los monos hablan entre sí. No quiero saber el dolor de cabeza que tuvo el director y la producción a la hora de decidir cómo mostrar el día a día en la sociedad simiesca de una forma creíble. 

Nuevamente Andy Serkis se lleva las palmas... en serio.. ¿por qué no le han dado a este hombre un Oscar? No lo comprendemos.

La banda sonora de Michael Giacchino incluye ecos de la música original  sesentera, un bonito detalle que nos sugiere la conexión de este filme con el universo simio ya establecido.  
   
EN RESUMEN
¿Vale la pena verla? Sin darle tantas vueltas, sí. Pese a que es una continuación, el filme tiene suficientes elementos que la hacen original, abordando temáticas como la igualdad, la tolerancia y la falta de comunicación como factor de tensión social

Eso sí, sin caer en un manifiesto panfletario que demeritaría el disfrute de la película por lo que es: una fábula de ciencia ficción apocalíptica.

¿Hay referencias a "El planeta de los simios" original? No directamente pero sí incluye una divertida referencia a Donkey Kong. Los retamos a encontrarla.





¿Ya la vieron? ¿La verán? ¿Qué les pareció? Nos dará gusto saber su opinión.

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