"CONGO" (1995) Sólida aventura sobre tesoros, tecnología y simios ancestrales

[RESEÑA] Una expedición en el África que busca el diamante perfecto para un corporación, debe sobrevivir a revoluciones políticas y gorilas salvajes



Los noventa fue una época dorada para el cine comercial. Los superhéroes no soñaban con ponerse de moda ni los estudios le apostaban a grandes superproducciones generadas en su mayoría por computadora.

Se le apostaba a las historias y al carisma de sus protagonistas para crear películas ganadoras. De ahí que los dramas, comedias y pelis de aventuras y acción fueran las más taquilleras en aquellos años.

Pero no bastaba con eso. Había sumo cuidado en el diseño de producción, fotografía y hasta en la banda sonora. Eso, ya no se acostumbra mucho que digamos en nuestros días.

Quizás por ello es que consideramos a "Congo" como una de las últimas grandes películas de aventuras que se produjo en Hollywood usando la vieja escuela. Si la saga "El Señor de los Anillos" nos maravilló con sus paisajes digitales, la peli que hoy nos ocupa nos regala estupendos paisajes naturales, pues fue filmada en locación tanto en África como en Costa Rica.

La peli tiene pedigrí. Fue dirigida nada menos que por Frank Marshall, quien tiene en su haber experiencia como productor en filmes como Volver al Futuro, la saga de Indiana Jones y tiene toda la escuela de Steven Spielberg, así que sabe como crear una película entretenida.  

De él, tenemos en lista de espera otra estupenda historia en nuestra maratón de "Cuando los animales atacan". Pero entremos en materia.

DE LA TRAMA 
La doctora Karen Ross (Laura Linney) trabaja para TraviCom, una empresa que ha invertido bastante dinero en la búsqueda del diamante perfecto para su nuevo satélite, que lo pondrá en la vanguardia de las telecomunicaciones.

Un equipo de exploradores de la compañía al parecer lo ha hallado pero es atacado por unas bestias que no logran indentificar, así que el codicioso dueño de la compañía envía a Ross para averiguar qué pasó con el equipo... bueno, realmente la manda a recuperar el diamante.

Al mismo tiempo el Dr. Peter Elliot (Dylan Walsh) ha culminado su proyecto más ambicioso: poder entablar comunicación con Amy, una joven gorila, quien "habla" por medio de lenguaje de señas que es traducido en palabras por una computadora portatil.

Elliot está triste pues Amy padece pesadillas y añora regresar a la selva de donde fue sacada. Así que Elliot busca financiamiento para devolver a Amy a su habitat original.

Entra en escena también Herkemer Homolka (Tim Curry), un misterioso rumano supuestamente adinerado que se ofrece a financiar el viaje de Elliot y la gorila. Al grupo se une Ross pues todos van al mismo lugar: a las faldas de un volcán en el Congo.

Juntos emprenden el viaje que se dificulta pues ninguna de las tres partes pareciera ser sincera con el resto. Después de sobrevivir al aterrizaje de su avión en medio de una revolución en pleno aeropuerto africano, Homolka revela sus verdaderas intenciones: Él busca las míticas minas del Rey Salomón y cree que Amy puede ser clave para encontrarlas.

Nuestros héroes deberán unir fuerzas para cumplir con su objetivo particular, pese a que no confían entre ellos y encima, lidiar con un volcán a punto de explotar. 
 
ASÍ LA VIMOS 
¡Cómo nos dio de nostalgia ver la película! Caímos en la cuenta que Hollywood ya no hace películas así de entretenidas y bien cuidadas en su producción. Ahora todo es CGI, ruidos estridentes y horrendas tomas en shaky motion.

La trama es muy entretenida, cortesía del ya fallecido Michael Crichton, médico de profesión y guionista por vocación que nos dejó grandes historias como "Parque Jurásico", "El hombre terminal", "Coma", y muchas otras.

Las actuaciones son de primer nivel, sobre todo las de Tim Curry, un histrión bastante refinado y solvente, y también la de Ernie Hudson (Los Cazafantasmas), quien interpreta a un mercenario y guía sumamente taimado.

La música nos atrapa y nos transporta al África con sus acordes perfectos. No por gusto la banda sonora fue escrita por Jerry Goldsmith.

Quizás el pelo en la sopa sea que los gorilas, principalmente Amy, son criaturas animatrónicas. El efecto no ha envejecido muy bien pues ahora se logran animales más realistas con CGI. Pero hey.. en ese momento era lo mejor que había y de todos modos contaron con el mero master de esos efectos, Stan Winston.   

   
EN RESUMEN
• ¿Vale la pena verla? ¡Desde luego! Es de las últimas grandes películas de aventuras filmadas en locación. Los paisajes que ofrecen son incomparables y por mucho CGI que se use hoy en día, la naturaleza no puede ser imitada.

Como dato curioso, al verla, creímos ver los paisajes de la Costa Sur de nuestro país y resulta que ciertas secuencias fueron filmadas en Costa Rica, muy cerquita de Guatemala.

• ¿La puedo ver con toda la familia? Por favor. Es hasta un deber mostrarle a las nuevas generaciones cómo se hacían las películas hasta hace pocos años y demostrarles también que una película puede ser entretenida sin necesidad de muchos efectos especiales.




¿Ya la vieron? ¿La verán? ¿Qué les pareció? Nos dará gusto saber su opinión.

Ficha técnica:
Nombre original: Congo
Dirección: Frank Marshall
Elenco: Laura Linney, Dylan Walsh, Tim Curry, Ernie Hudson
Año:1995
Estudios: Paramount Pictures-The Kennedy/Marshall Company
País de origen: Estados Unidos
Duración: 1h49m
Relación de aspecto: 1:85
Visionado: DVD Standard 2K

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