"LA FORMA DEL AGUA" (2017) Impecable fábula de fantasía y... ¿amor?

RESEÑA] En plena Guerra Fría, una sencilla conserje muda entabla una relación única con un ser anfibio cautivo en una instalación militar.



El cine latinoamericano no es uno de nuestros favoritos. Y tenemos razones para que así sea pues casi siempre sus temáticas son las mismas: prostitución, corrupción, política y en la región centroamericana, conflictos armados internos, cosas que preferimos dejarlas para los noticieros, pues somos de la opinión de que el cine debe entretener y permitirnos dos horas de descanso de nuestros problemas cotidianos.

Afortunadamente existen cineastas latinoamericanos que han salido del círculo vicioso de filmar únicamente nuestras miserias como región y se han animado a contar otras historias, ambientadas en géneros más atractivos del espectro cinematográfico.

Guillermo del Toro es uno de ellos. Sí bien en algunos de sus filmes se cruzan temáticas políticas o de conflictos armados (Como "El laberinto del fauno" o "El espinazo del diablo"), él los utiliza unicamente como contexto para contar historias extraordinarias que rondan por los linderos de la fantasía.

Desde que debutó con "Cronos" (1993), Del Toro ha ido construyendo una sólida carrera en el cine de fantasía, ciencia ficción y terror. Hoy, le tocó la suerte de ser premiado con cuatro Oscares, incluyendo los de Mejor Director y Mejor Película por "La forma del agua".

Son premios más que merecidos pero a nuestro criterio, el filme dista de ser perfecto y hasta cierto punto, es inferior a otros trabajos de "El Gordo" como le llaman cariñosamente sus fans y colegas. 

Y para colmo, se cierne sobre la obra una sombra de duda ante acusaciones de plagio de la historia.  

DE LA TRAMA 
Elisa (Sally Hawkins) es una mujer muda que trabaja como conserje en una especie de facilidad militar super secreta.

Adicta a la masturbación (lo deja claro en los primeros minutos de la película) y los huevos cocidos, Elisa pasa su vida entre su trabajo y un pequeño apartamento que comparte con un maduro artista gráfico, en el segundo piso de un cine de barrio.

Pero su vida dará un giro cuando una misteriosa criatura llega al laboratorio militar. Se trata de una criatura anfibia capturada en América del Sur, la que será estudiada aunque no desde una óptica muy científica que digamos.

Al laboratorio llega un nuevo jefe de seguridad, Strickland (Michael Shannon), más paranóico que la misma paranoia, y que ve comunistas en cualquier esquina

Su intención es averiguar todo lo que pueda de la criatura aunque en el proceso tenga que torturarla y perder un par de dedos. 

Elisa se compadece del anfibio y empieza a entablar una relación bastante extraña con ella, al punto que decide rescatarla de su confinamiento y liberarla en el mar, aunque primero deberá encontrar la forma de burlar los estrictos controles de Strickland.

Así que deberá apoyarse en su compañero de piso y en Zelda (Octavia Spencer), la mujer con la que hace sus labores de limpieza en el laboratorio.      

ASÍ LA VIMOS 
Nos van a perdonar por no ser románticos incorregibles pero no entendemos qué tiene que ver la masturbación, los desnudos frontales y las relaciones sexuales entre especies en una historia romántica. Em...

Pero el filme ofrece mucho más que eso, pues navega por los linderos de la fantasía y la ciencia ficción de forma impecable.  

Una vez más, Del Toro demuestra su oficio y su amor al séptimo arte, haciendo referencias directas y otras más sutiles a sus películas favoritas. Muy satisfactorio es un micro número musical entre la chica y la criatura anfibia.

El diseño de producción es estupendo y la paleta de tonos azules y verdosos construyen con efectividad la atmósfera acuática en la que se desarrolla toda la película. Además, la banda sonora compuesta por Alexandre Desplat es un agasajo para los oídos.

En el departamento actoral, las palmas se las llevan definitivamente la protagonista Sally Hawkins y el antagonista Michael Shanon. El trabajo de Doug Jones como la criatura, es muy bueno también. 

Jones se especializa en este tipo de papeles y ya lo hemos visto con anterioridad en otras películas de Del Toro y pronto lo veremos como el Conde Orlok en una nueva versión de Nosferatu.

Si bien el trabajo de Octavia Spencer es muy bueno y le aporta a la historia, consideramos que no merecía una nominación a Mejor Actriz de Reparto por esta película.  

Sobre si la historia es plagio o no, no podemos emitir un juicio, pero sí podemos asegurar que la trama bebe mucha influencia de otros filmes similares como "El monstruo de la laguna negra" (1954) o el cuento de La Sirenita en primera instancia.

Aunque para ser honestos, a nosotros nos recordó una película que vimos en nuestra niñez en una matinal en un cine de barrio, hace unos 38 años, quizás.

No estamos muy seguros del título pero se trataba de un científico que por alguna razón le injerta a su hijo branquias por lo que el chico puede respirar sin dificultad tanto en el mar como en tierra firme.

Alguien tiene interés en echarle mano y el muchacho también se enamora de una joven del pueblo. La historia ocurre en un pueblo pesquero. Es un filme que hemos buscado por años pero nunca más volvimos a saber de él. De repente, alguno de ustedes nos ayuda a ubicarlo.

En todo caso, ninguna película puede presumir de ser original, pues con más de 100 años de existencia la industria del cine vive de contar las mismas historias aunque con infinitas variaciones creativas. Al menos esto es lo que enseñan en las escuelas de cine. ¿O tienen una opinión diferente? Sería interesante escucharlas.

   



¿Ya la vieron? ¿La verán? ¿Qué les pareció? Nos dará gusto saber su opinión.


Ficha técnica:
Nombre original: "The shape of water"
Dirección: Guillermo del Toro
Elenco: Sally Hawkins, Octavia Spencer, Michael Shannon, Michael Stuhlbarg, Doug Jones
Año: 2018
Estudios: Fox Searchlight Pictures
País de origen: Estados Unidos
Duración: 2h03m
Relación de aspecto: 1:85
Visionado: DVD Standard 2D


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