"HALLOWEEN 4: EL REGRESO DE MICHAEL MYERS". No estaba muerto...

[RESEÑA]  El buen Michael Myers regresa de la tumba gracias a… no, no es gracias a un pacto sobrenatural, sino a la codicia de un estudio de cine.

UN POCO DE HISTORIA

Lo que mal empieza mal acaba y un buen ejemplo es la cuarta entrega de Halloween, “El regreso de Michael Myers” (1988).

Como apuntábamos en un post anterior, John Carpenter quería continuar la saga con historias distintas cada año, ya que en la segunda entrega, el asesino Michael Myers moría quemado junto al doctor Loomis.

Pero ante la pobre recepción que tuvo “Halloween III: Noche de Brujas”, no quedó más remedio que resucitar a Myers. Y es que en plena fiebre por películas de asesinos en serie, los estudios no estaban dispuestos a dejar de explotar la saga.

El problema es que los ejecutivos de la productora no quedaron satisfechos con el guión de Carpenter, que narraba los motivos que llevaron a Michael a querer asesinar a su familia en primera instancia.

Ellos querían una simple historia de matanza indiscriminada, así que Carpenter se separó del proyecto.

El nuevo guión fue escrito en menos de 12 días y eso se nota con las incoherencias presentadas en la película y lo repetitivo de la trama con las películas anteriores.

Y que me tiren a una piscina con pirañas chimuelas si miento al afirmar que “Halloween 4” tiene muchas similitudes con “Viernes 13 4: El capítulo final”.

DE LA TRAMA

La cinta abre en una noche lluviosa (otra vez) en la que una ambulancia llega a recoger a Michael Myers para trasladarlo de hospital (otra vez).

Cuando lo llevan en la ambulancia, este despierta del coma (otra vez) y asesina a los paramédicos para huir.

¡Que le den Vitaflenaco!

Luego se nos presenta a Jamie (Danielle Harris), una niña bastante perturbada de por sí, que se supone es la hija de Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), la heroína de la historia original.

Ella ha sido adoptada tras la muerte de sus padres pero por alguna razón tiene visiones de lo que Laurie, su mamá, sufrió 10 años atrás cuando Michael intentó asesinarla.

Pero quien también regresa de la tumba es el doctor Loomis (Donald Pleasence), quien sigue obsesionado con atrapar al asesino de una vez por todas. 

Ha de ser pariente de Terminator, pues tras la tremenda explosión del desenlace de “Halloween II”, apenas tiene algunas cicatrices en el rostro.

El doctor Loomis asegura que Myers irá a Haddonfield, donde ocurre la historia original, en busca de su sobrina para asesinarla.

Hagamos una pausa aquí, pues algo no anda bien en la historia. Veamos. Si Myers estuvo 10 años en coma, ¿cómo se enteró que tenía una sobrina? Ah, claro. Un paramédico lo menciona (convenientemente) cuando lo están trasladando al inicio de la película.

De acuerdo, pero me surge otra pregunta: Sabe que tiene una sobrina, pero ¿Cómo diablos sabe cual es su apariencia? El asunto es que a la primera, da con la casa de Jamie, eso sí, luego de dejar un rastro de muertos en una gasolinera.

¿Ya les había dicho que la niña parece perturbada? Pues lo está porque constantemente tiene visiones de Myers acechándola. El problema es que son escenas del asesino persiguiendo a Laurie, cuando la pequeña no había nacido. Alguna conexión síquica, pensaría Fox Mulder, pero no. No se explica.

Pero sigamos. Es 31 de octubre y Jamie decide salir a pedir dulces disfrazada de payasito, en compañía de su nueva hermana mayor, Rachel. Esta es una lujuriosa adolescente que anda tras los huesos del carita de la escuela, pero este le pone el cuerno con su mejor amiga.  (¡Qué original el guión! ¿no?)

A Michael no le cuesta mucho ubicar a su sobrina y se desencadena el acostumbrado juego del ratón y el gato entre el asesino y su víctima, sumado a policías ineptos y los obligados personajes de relleno cuyo propósito es únicamente aumentar el número de cadáveres.

La película dura apenas hora y media pero pareciera que es más larga gracias a un ritmo bastante lento.

Esto hace que sean más notorias algunas inconsistencias como por ejemplo la infame escena en la escuela en la que Loomis es aventado por una ventana por un Myers que a ratos aparece con cabello negro y en otros, con una despeinada cabellera rubia.

A Michael le da tiempo de teñirse el cabello de rubio.

 ¿Y que me dicen de la decisión del comisario de proteger a Jamie, encerrándola en una casa, en lugar de largarse del pueblo de una vez por todas?

Por si fuera poco, el final, mimetiza paso a paso, el inicio de la película original.

EN CONCLUSIÓN

¿Vale la pena verla? De hecho nos podemos saltar de “Halloween II” directamente a “Halloween H20” y obviar esta y la quinta y sexta entregas de la saga.

¿Es entretenida? Es probable, si nos dedicamos a ver los desaciertos de la trama o estamos cheleando con amigos.

COSAS QUE APRENDÍ VIENDO “HALLOWEEN 4: EL REGRESO DE MICHAEL MYERS”

1 No es buena idea dejar a los niños a cargo de una adolescente calenturienta. ¡Los pierden a cada rato!

2 Si un asesino te persigue dentro de una casa. La mejor opción es correr para el segundo nivel donde no hay puertas ni ventanas, en lugar de buscar una salida a la calle.

3 En la radio dicen que todos deben irse a casa y encerrarse. Mejor vayamos a la estación de policía a averiguar qué pasa.

4 No es buena idea verificar de cerca si el asesino está muerto. El que esté inmóvil no es garantía.

¿Y si nos regalan un comentario?