"OPERACIÓN RED SPARROW" (2018) La Guerra Fría no ha terminado
RESEÑA] Una bailarina de ballet es reclutada por los servicios de inteligencia rusos para sacarle información a un agente de la CIA sobre un doble agente.
Esa polarización político-ideológica fue terreno fértil para el cine y la literatura que vieron nacer un nuevo género, el de espionaje. Hijos predilectos de esa época fueron Ian Flemming y su eterno James Bond, así como el prolífico autor John LeCarré, de cuyas novelas se han adaptado al menos una decena tanto en el cine como en la televisión.
Y es que las obras sobre espías son apasionantes porque nos permiten atisbar un poco ese submundo que se mueve en las sombras y en lo que nada es lo que parece.
Con el fin de la Guerra Fría pareciera que el género estaría condenado a tener la misma suerte que el cine de vaqueros o de gladiadores pero no es así. Siguen gozando de buena salud y afortunadamente, se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos, en el que cada vez es más difícil "definir" quien es el "enemigo".
Quizás los personajes más conocidos del género sean James Bond, Jack Ryan, Ethan Hunt y Jason Bourne, que han aparecido muchas veces en la gran pantalla.
Pero de cuando en cuando surge una historia interesante, que deja de lado el glamour y la aventura de los mencionados personajes y aborda la temática con una tónica más realista y sombría. "Operación Red Sparrow" es una de ellas.
"Operación Red Sparrow" trae reminiscencias de obras similares como "El espía que vino del frío", "Nuestro hombre en La Habana" y "Los tres días del cóndor", en las que la intriga y diálogos inteligentes priman sobre la acción. Es probable que las nuevas generaciones de cinéfilos ignoren a la película justamente por estas cualidades.
La mancuerna que han hecho el cineasta Francis Lawrence y Jennifer Lawerence (no son parientes) desde sus días de "Los juegos del hambre" genera dividendos pues el director sabe cómo transmitir sus ideas a la actriz y esta se siente muy cómoda recibiendo las directrices.
No es una película perfecta pues por momentos el ritmo se vuelve tedioso y hay ciertas secuencias que parecieran no llegar a ningún lado. Faltó pulir un poco más los diálogos pues por momentos se pierde el interés (vimos a algunos colegas distraerse con su teléfono a media película durante la premier, aunque eso también dice mucho de la cultura cinematográfica de estos sujetos).
Jennifer Lawrence no es una actriz demasiado talentosa aunque haya ganado ya el Oscar, pero se le agradece que tome el reto de echarse a cuestas todo el peso de la película. Sale airosa aunque tenga la habilidad de Chuck Norris para transmitir emociones con su gestos.
Y eso que el personaje es bastante intenso y da para que la actriz demuestre todos su talento. Pero parace ser que así es la actriz. Recordemos trabajos anteriores en los que igualmente, se le dificulta mostrar emociones en la pantalla.
A Joel Edgerton le cuesta estar a la altura de su coprotagonista y la química entre ambos es poca. Nos convence más el personaje del tío de Dominika, encarnado por Matthias Schoenaerts, quien lo dota de cierto aire de mezquindad que hace que desconfíemos de él desde el primer momento.
No se pudo pedir una mejor segunda linea de coprotagonistas. El elenco secundario es de lujo: Jeremy Irons, Mary Louise Parker y Charlotte Rampling, a quien teníamos mucho tiempo de no ver en la pantalla grande.
Para darle más realismo, la producción se rodó en Hungría, Eslovaquia, Austria y el Reino Unido en locaciones que dotan a la historia de esa atmósfera tan propia de las producciones realizadas durante el cénit de la Guerra Fría.
No es una película fácil de digerir pues contiene secuencias de tortura explícita, pero a cambio nos recompensa con una historia si bien densa, bastante inteligente.
Sí se hubiera agradecido unos 15 minutos menos de historia para que la película tuviera un ritmo más fluido.
El libro en el que se basa, es el primero de una trilogía escrita por un exagente de la CÍA y no sería raro que ya se estén preparando las otras dos películas de la que podría ser una interesante saga.
En los años posteriores a la II Guerra Mundial, el mundo se polarizó en dos bandos perfectamente definidos: El mundo "libre" liderado por Estados Unidos y los países soviéticos agrupados detrás de una imaginaria cortina de hierro.
Esa polarización político-ideológica fue terreno fértil para el cine y la literatura que vieron nacer un nuevo género, el de espionaje. Hijos predilectos de esa época fueron Ian Flemming y su eterno James Bond, así como el prolífico autor John LeCarré, de cuyas novelas se han adaptado al menos una decena tanto en el cine como en la televisión.
Y es que las obras sobre espías son apasionantes porque nos permiten atisbar un poco ese submundo que se mueve en las sombras y en lo que nada es lo que parece.
Con el fin de la Guerra Fría pareciera que el género estaría condenado a tener la misma suerte que el cine de vaqueros o de gladiadores pero no es así. Siguen gozando de buena salud y afortunadamente, se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos, en el que cada vez es más difícil "definir" quien es el "enemigo".
Quizás los personajes más conocidos del género sean James Bond, Jack Ryan, Ethan Hunt y Jason Bourne, que han aparecido muchas veces en la gran pantalla.
Pero de cuando en cuando surge una historia interesante, que deja de lado el glamour y la aventura de los mencionados personajes y aborda la temática con una tónica más realista y sombría. "Operación Red Sparrow" es una de ellas.
DE LA TRAMA
Dominika (Jennifer Lawrence) es una consumada bailarina rusa que sufre un accidente que le imposibilita seguir con su carrera.
Ella enfrenta una situación apremiante pues tanto los tratamientos médicos de su madre como el apartamento donde viven, son financiados por la compañía de ballet.
Ella tiene un tío quien es un importante personaje de la inteligencia rusa. A cambio de ayuda, él espera reclutar a su sobrina para el programa Sparrow, que no es más que una escuela de espías.
Después de verse involucrada en un incidente con fatal con un burócrata de alto nivel, no le queda más remedio que aceptar el ofrecimiento de su tío.
En la escuela, Dominika debe aprender a sobrevivir el brutal entretenamiento que incluye el sometimiento físico y sicológico de los reclutas. Ahí le enseñan que para alcanzar su objetivo debe aprender a manipular a sus adversarios por cualquier medio, aunque esto incluya el sexual.
Su primer objetivo será Nate Nash (Joel Edgerton), una agente de la CÍA que pone en peligro la identidad de un contacto ruso. Dominika debe averiguar quién es ese doble agente y entregarlo a los servicios secretos rusos.
Pero a medida que avanza la película aparecen otros personajes y motivaciones que ponen en peligro no sólo la misión de Dominika sino que le hacen replantearse su lealtad a su país, a su tío y a ella misma. El final, sorpresivo, no es el que todo mundo esperaría.
Ella enfrenta una situación apremiante pues tanto los tratamientos médicos de su madre como el apartamento donde viven, son financiados por la compañía de ballet.
Ella tiene un tío quien es un importante personaje de la inteligencia rusa. A cambio de ayuda, él espera reclutar a su sobrina para el programa Sparrow, que no es más que una escuela de espías.
Después de verse involucrada en un incidente con fatal con un burócrata de alto nivel, no le queda más remedio que aceptar el ofrecimiento de su tío.
En la escuela, Dominika debe aprender a sobrevivir el brutal entretenamiento que incluye el sometimiento físico y sicológico de los reclutas. Ahí le enseñan que para alcanzar su objetivo debe aprender a manipular a sus adversarios por cualquier medio, aunque esto incluya el sexual.
Su primer objetivo será Nate Nash (Joel Edgerton), una agente de la CÍA que pone en peligro la identidad de un contacto ruso. Dominika debe averiguar quién es ese doble agente y entregarlo a los servicios secretos rusos.
Pero a medida que avanza la película aparecen otros personajes y motivaciones que ponen en peligro no sólo la misión de Dominika sino que le hacen replantearse su lealtad a su país, a su tío y a ella misma. El final, sorpresivo, no es el que todo mundo esperaría.
ASÍ LA VIMOS
En medio de tantas super producciones de héroes, explosiones y persecusiones frenéticas, se agradece que aún se realicen películas al estilo de la vieja escuela.
"Operación Red Sparrow" trae reminiscencias de obras similares como "El espía que vino del frío", "Nuestro hombre en La Habana" y "Los tres días del cóndor", en las que la intriga y diálogos inteligentes priman sobre la acción. Es probable que las nuevas generaciones de cinéfilos ignoren a la película justamente por estas cualidades.
La mancuerna que han hecho el cineasta Francis Lawrence y Jennifer Lawerence (no son parientes) desde sus días de "Los juegos del hambre" genera dividendos pues el director sabe cómo transmitir sus ideas a la actriz y esta se siente muy cómoda recibiendo las directrices.
No es una película perfecta pues por momentos el ritmo se vuelve tedioso y hay ciertas secuencias que parecieran no llegar a ningún lado. Faltó pulir un poco más los diálogos pues por momentos se pierde el interés (vimos a algunos colegas distraerse con su teléfono a media película durante la premier, aunque eso también dice mucho de la cultura cinematográfica de estos sujetos).
Jennifer Lawrence no es una actriz demasiado talentosa aunque haya ganado ya el Oscar, pero se le agradece que tome el reto de echarse a cuestas todo el peso de la película. Sale airosa aunque tenga la habilidad de Chuck Norris para transmitir emociones con su gestos.
Y eso que el personaje es bastante intenso y da para que la actriz demuestre todos su talento. Pero parace ser que así es la actriz. Recordemos trabajos anteriores en los que igualmente, se le dificulta mostrar emociones en la pantalla.
A Joel Edgerton le cuesta estar a la altura de su coprotagonista y la química entre ambos es poca. Nos convence más el personaje del tío de Dominika, encarnado por Matthias Schoenaerts, quien lo dota de cierto aire de mezquindad que hace que desconfíemos de él desde el primer momento.
No se pudo pedir una mejor segunda linea de coprotagonistas. El elenco secundario es de lujo: Jeremy Irons, Mary Louise Parker y Charlotte Rampling, a quien teníamos mucho tiempo de no ver en la pantalla grande.
Para darle más realismo, la producción se rodó en Hungría, Eslovaquia, Austria y el Reino Unido en locaciones que dotan a la historia de esa atmósfera tan propia de las producciones realizadas durante el cénit de la Guerra Fría.
No es una película fácil de digerir pues contiene secuencias de tortura explícita, pero a cambio nos recompensa con una historia si bien densa, bastante inteligente.
Sí se hubiera agradecido unos 15 minutos menos de historia para que la película tuviera un ritmo más fluido.
El libro en el que se basa, es el primero de una trilogía escrita por un exagente de la CÍA y no sería raro que ya se estén preparando las otras dos películas de la que podría ser una interesante saga.
¿Ya la vieron? ¿La verán? ¿Qué les pareció? Nos dará gusto saber su opinión.
Dirección: Francis Lawrence
Elenco: Jennifer Lawrence, Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Jeremy Irons
Año: 2018
Estudios: 20th Century Fox/Chernin Entertainment
País de origen: Estados Unidos
Duración: 2h19m
Relación de aspecto: 2:39
Visionado: Proyección digital 4k 2D
Ficha técnica:
Nombre original: "Red Sparrow"Dirección: Francis Lawrence
Elenco: Jennifer Lawrence, Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Jeremy Irons
Año: 2018
Estudios: 20th Century Fox/Chernin Entertainment
País de origen: Estados Unidos
Duración: 2h19m
Relación de aspecto: 2:39
Visionado: Proyección digital 4k 2D
Solo para confirmar el personaje de Mission Impossible es Ethan Hunt, Ethan Hawk es el nombre de un actor que se atrevio a decir no al papel de Batman para Batman Forever, y la vere en linea no se si valdra la pena verla en el cine pero si me llama la atencion leer el libro mejor.
ResponderBorrar